Rafael Araujo
Adolfo Sánchez Vázquez ofrece algunas maneras de
concebir al arte, de acuerdo a la visión de varios autores, representativos de
la historia del pensamiento humano que ha abordado el problema más importante del
arte: ¿qué es?
I
En su libro Antología
de textos de estética y teoría del arte (1972. 4ª reimpresión 1991),
rescate las ideas siguientes:
Platón,
la apariencia:
Para hablar ante vosotros –porque no creo que vayáis
a delatarme a los poetas trágicos y los demás poetas imitativos-, todas esas
obras parecen causar estragos en la mente de cuantos las oyen, si no tienen
como contraveneno el conocimiento de su verdadera índole. (44)
Conforme a lo
dicho, resultan tres clases de camas: una, la que existe en la naturaleza, que,
según creo, podríamos decir que es fabricada por Dios, porque ¿quién otro
podría hacerla? […] Otra, la que hace el carpintero. […] Por tanto, el pintor, el fabricante de
camas y Dios son los tres maestros de esas tres clases de camas. (46)
Y fue porque Dios sabe esto, creo yo, y porque
quiere ser realmente creador de una cama realmente existente y no un fabricante
cualquiera de cualquier clase de camas, por lo que hizo ésa, única en su ser
natural. […] ¿Y qué diremos del carpintero? ¿No es éste también artífice de
camas? […] Y el pintor, ¿es también artífice y hacedor del mismo objeto? […]
Creo –dijo- que se le llamaría más adecuadamente imitador de aquello de que los
otros son artífices. (47)
Bien lejos, pues, de lo verdadero está el arte
imitativo; y según parece, la razón de que lo produzca todo está en que no
alcanza sino muy poco de cada cosa y en que esto poco es un mero fantasma. Así,
decimos que el pintor nos pintará un zapatero, un carpintero y los demás
artesanos, sin entender nada de las artes de estos hombres; y no obstante, si
es un buen pintor, podrá, pintando un carpintero y mostrándolo desde lejos,
engañar a niños y hombres necios con la
ilusión de que es un carpintero de verdad. (49)
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Autor: Arcimboldo. Título: Primavera. |
Aristóteles,
la imitación:
Para comenzar primero por lo primario –que es el
natural comienzo-, digamos en razonadas palabras qué es la Poética en sí misma, cuáles son sus especies y cuál la peculiar
virtud de cada una de ellas, cómo se han de componer las tramas y argumentos,
si se quiere que la obra poética resulte bella, cuántas y cuáles son las partes
integrantes de cada especie, y otras cosas, a éstas parecidas y a la Poética misma concernientes.
Porque así, con colores y figuras, representan
imitativamente algunos –por arte o por costumbre-, y otros con la voz. Y de parecida
manera en las artes dichas: todas ellas imitan y reproducen en ritmo, en palabras,
en armonía, empleadas de vez o separadamente. Se sirven solamente de la armonía
y ritmo el arte de la flauta y cítara, y si alguna otra hay parecida en
ejecución a éstas, por ejemplo: la de la zampoña. Con ritmo más que con
armonía, imitan las artes de la danza, puesto que los bailarines imitan
caracteres, estados de ánimo y acciones mediante figuras rítmicas. (60)
Ahora bien: puesto que, por una parte, los
imitadores reproducen por imitación hombres en
acción, y, por otra, es menester que los que obran sean esforzados y buenos
o viles y malos –porque así suelen distinguirse comúnmente los caracteres éticos,
ya que vicio y virtud los distinguen en todos-, o mejores de lo que somos
nosotros –e igual sucede a los pintores, pues Polignoto imitaba a los mejores,
Pausón a los peores y Dionisio a los iguales-, es claro de consiguiente, que
cada una de las artes dichas convendrán estas distinciones, y una arte se diferenciara
de otra por reproducir imitativamente cosas diversas según la manera dicha.
(61)
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Cerámica policromada de la Grecia antigua. ca. V-IV ac. firmado: Exekias |
Kant, la belleza:
1º. Arte
se distingue de naturaleza, como hacer (facere) de obrar o producir en general (agere), y el producto o consecuencia del primero, como obra (opus), de la segunda, como efecto
(effectus).
Según derecho, debiera llamarse arte sólo a la
producción por medio de la libertad, es decir mediante la voluntad que pone
razón a la base de su actividad, pues aunque se gusta de llamar al producto de
las abejas (los panales construidos con regularidad) obra de arte, ocurre esto
sólo por analogía con este último; pero tan pronto como se adquiere la
convicción de que no fundan aquéllas su trabajo en una reflexión propia de la
razón, se dice en seguida que es un producto de su naturaleza (del instinto), y
sólo a su creador se le atribuye como arte.
[…]
2º. Arte,
como habilidad del hombre, distínguese también de ciencia (poder, de saber), como facultad práctica de
facultad teórica, como técnica de teoría (como la agrimensura de la geometría)
(67)
[…]
3º. También se distingue arte de oficio: el
primero llámase libre; el segundo puede también llamarse arte mercenario.
Consideran el primero como si no pudiera alcanzar su finalidad (realizarse), más
que como juego, es decir, como ocupación que es en sí misma agradable, y al
segundo considérasele de tal modo que, como trabajo, es decir, ocupación que en
sí misma es desagradable (fatigosa) y que solo es atractiva por su efecto (v.
gr. ganancia), puede ser impuesta por la fuerza.
[…]
No hay ni una ciencia de lo bello, sino una crítica, ni una ciencia
bella, sino sólo arte bella, pues en lo que se refiere a la primera, debería
determinarse científicamente, es decir, con bases de demostración, si hay que
tener algo por bello o no: el juicio sobre belleza, si perteneciese a la
ciencia, no sería juicio alguno de gusto.