Julio Mauricio Jiménez Hernmández
En este trabajo se abarcará el tema de las aves del lado nocturno, la idea principal y la idea secundaria de esta lectura, dándonos a conocer a los animales que según esta cultura eran representantes de lo maligno y que además tenían cierta comunicación con la luna, la lluvia y algunos otros animales.
Las aves en la religión maya, no solo representaron lo sagrado celeste positivo y vital, sino también lo sagrado negativo y de muerte, cuya fuente es el propio cielo. Pero hay otras aves que simbolizan energías de muerte procedentes del inframundo, que ellas pueden transportar al cielo, precisamente por ser aves. Éstas son el zopilote rey, el zopilote negro, el tecolote y el búho.
Dos especies eran aves simbólicas de los mayas: el rey y el negro o zopilote común, de los dos el mas importante como símbolo religioso fue el rey, al que incluso se daba el rango de Ahau (señor) o Batab, que era un importante cargo político prehispánico.
Los zopilotes tienen un carácter celeste y una significación de muerte. El carácter celeste se manifiesta en su lazo con la diosa de la luna, con el perro, con el dios supremo celeste Itzamna y con la lluvia, que procede del cielo.
La luna, además de sus influencias benéficas, tiene, como el zopilote, connotaciones maléficas, porque es un ser nocturno, y a si, envía enfermedades a los hombres, simbolizadas por diversas aves, una de ellas es el zopilote que representa la sarna.
Otras aves relacionadas con fuerzas maléficas son los tecolotes y los búhos, que, sin dejar de ser celestes por el hecho de ser aves, son símbolos de las fuerzas oscuras e infraterrestes, manifestaciones del dios de la muerte. Un extraño ser con aspecto muy parecido al de los tecolotes, s la llamada ave moan, que es el nombre de un mes, cuyo glifo tiene la cabeza del ave.
Al ave moan se le ha llamado “ave mitológica”, por no conocer su nombre y por tener características sobrenaturales, lo cual obligaría, como es obvio, a llamar mitológicas a muchas otras aves que fungen como símbolos religiosos y se representan, por ello, con características sobrenaturales.
El ave moan es un ser celeste pero maligno, al mismo tiempo que es un ser infraterreste, lo que nos muestra que la deidad del cielo rige también sobre la muerte y que la deidad de la muerte, que habita en el inframundo, se manifiesta también en seres celestes para desplegar su energía destructiva.
En obras plásticas y textos coloniales encontramos a otra ave de la misma familia, relacionada tanto con augurios de muerte, como con el dragón celeste Itzamna. Este búho se representa muchas veces con grandes “cuernos”, por lo que podría ser el Búho cornado o gran duque, que es un enorme tecolote de plumaje jaspeado y prominentes plumas semejando, que reside principalmente en tierras altas.
La idea principal de esta lectura son las aves nocturnas que representan lo maligno en la tierra, donde se da a conocer cada una de las características que tenían estos animales a diferencia de otros, estos animales eran representaciones de símbolos religiosos, un ejemplo de lo maligno de estos animales podría ser el zopilote donde hace referencia según los mayas esta ave se nutria del cuerpo de las victimas que eran sacrificadas para alimentar a los dioses.
La idea secundaria de esta lectura se centra mas en las relaciones que tenían los animales malignos con otros, por ejemplo la luna, que por ser nocturna se creía que traía muchas enfermedades para los hombres, también encontramos al perro ya que se creía que este animal era el que conducía a los cuerpos hacia el inframundo, también encontramos la relación que tenían las aves malignas con la lluvia.
Para concluir este trabajo puedo decir que me parece muy interesante cada una de estas lecturas con referencia a las aves sagradas que tenían los mayas por que brindan gran información de la cultura y sus creencias que tenían estos mismos, donde dan a conocer cada una de las características físicas que estos animales tenían y su función ante la sociedad como aves sagradas.
De la Garza, Mercedes, (1995) “Aves del lado nocturno de la vida”, Aves sagradas de los mayas, México D.F. Universidad Nacional Autónoma de México, pp. 81-96.
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