Don Luis solía decir que el grabado en Chiapas era la manifestaciónplástica más importante. Algo hay de cierto, si consideramos el siglo XX. También es cierto lo que Zepeda afirma cuanto dice de don Luis, especialmente como creador y formador de artistas.
El taller que fundó Alaminos en 1993 no dio el resultado inicialmente esperado. No. Por dos factores, una terrible equivocación en la parte de la dirección, encargada a al hijo de otro personaje plástico de Chiapas y que (el hijo) prometía ser el líder visual esperado (en la película Matrix hablan de "el elegido").No lo fue, ni lo será, parece. El otro factor es que el resultado no debió plantearse al corto plazo. Hoy casi veinte años después, hay esperanzas. En parte por la evolución de ese taller, también por el cambio en la escuela de artes plásticas, antes cursos libres, hoy licenciatura.
Otros nombres y otras personas han colaborado. Algunas desde otra disciplina.
El cuento resumido viene a ofrecernos dos cosas: una la exposición que viene en la imagen anexa. Es la obra gráfica de un jalisciense que llega a Chiapas a invitación de los brujos, como siempre. Está en San Cristóbal, porsupuesto. Ahí continuamos con esos fructíferos intercambios promovidos desde años verdaderamente añejos. Jalisco y Chiapas. Y la otra, es la generodisdad de Héctor. Él impartióun curso gratuito para los artistas y alumnos del taller de Gráfica maya, lidereado por Antún, sí, el combativo artista indígena.
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